Manuel Ochoa
¿Cómo potenciar el crecimiento de América Latina?
El crecimiento económico es el requisito indispensable para la generación de bienestar en la población, mediante el crecimiento económico las sociedades generan círculos virtuosos de movilidad creciente, y mejores estándares de calidad de vida, sin crecimiento las sociedades se contraen, sufren, y se generan problemas sociales, de salud, y políticos.
Durante este 2018, el mundo crecerá en un 3.9% anual mientras América Latina solamente crecerá 1.9%, esto acorde al estudio “La hora del crecimiento” del Banco Interamericano de Desarrollo.

La región latinoamericana se caracteriza por sus amplias desigualdades sociales y económicas, baja inversión, baja productividad, y alta informalidad laboral. Sin embargo, un mejor futuro es posible para la región aplicando las políticas correctas que generen un crecimiento más elevado e inclusivo.
Como se puede observar en la anterior gráfica, el Fondo Monetario Internacional indica que la región latinoamericana es la región que experimentará un menor crecimiento económico durante el presente año, lo que lleva a cuestionar las políticas aplicadas por los gobiernos en la región, ante un entorno económico mundial favorable para el crecimiento, después de una época de crecimiento estancado y debacle económico.
Por lo anterior es necesario analizar qué es lo que detiene el crecimiento económico en la región latinoamericano y qué medidas se pueden tomar para generar un efecto favorable.
La región vive altas tasa de informalidad laboral, baja inversión pública y privada, lo anterior son causas que desincentivan el crecimiento. Las tasas de inversión son de las más bajas a nivel mundial, Latinoamérica solamente supera a la región África subsahariana.

Y existe un aspecto que dificulta aún más el crecimiento, acorde al Banco Interamericano de Desarrollo la región no invierte de manera eficiente, esto se debe a diversas causas principalmente relacionadas con políticas erróneas o la falta de ellas por parte de los gobiernos latinoamericanos.
Una de las principales barreras a la inversión eficiente en la región es la falta de marcos jurídicos efectivos que garanticen una legalidad mínima a inversionistas privados con gobiernos corporativos fortalecidos. Corrupción, crimen, baja calidad y disponibilidad de infraestructura, aunado a una baja capacidad de innovar y adoptar nuevas tecnologías limitan la productividad y el crecimiento.
La región también presenta una estructura económica donde las pequeñas empresas son preponderantes, en México y Perú 95% de las empresas tienen menos de 5 empleados, cuando en Estados Unidos solamente representan el 40%, el dato negativo resulta cuando ese 95% de empresas produce una pequeña fracción del valor agregado total, lo cual denota una baja productividad.
Lo anterior se debe a los incentivos existentes para que las empresas en la región permanezcan pequeñas, la baja capacidad y eficacia de recaudación origina que solo las empresas que crecen resulten ser focos rojos ante las instituciones recaudadoras y se concentra la atención de fiscalización hacia ellas, se genera un incentivo para que las empresas permanezcan pequeñas, fuera de la mira de las autoridades fiscales, para evadir impuestos y no pagar derechos laborales a sus trabajadores.
La región latinoamericana tiene un camino por recorrer con políticas públicas que se enfoquen en generar crecimiento económico, el diagnostico anterior es un punto de partida para incentivar ideas claras con datos específicos que fomenten dicho crecimiento, el objetivo es claro, se debe aumentar la productividad, incentivar la inversión pública y privada, y generar garantías legales y jurídicas. México, y los países latinoamericanos deben ir en esa dirección.