Manuel Ochoa
El inicio histórico
Mañana 1 de Diciembre inicia una nueva etapa en la vida política y democrática de México, por primera vez en nuestra historia moderna, un candidato de izquierda asumirá las funciones de Presidente, el cargo más importante en la vida política de nuestro país.
Este cambio de régimen se da en un entorno sumamente complicado, muy diferente al de aquel 2006, donde López Obrador estuvo a 0.56% de ser Presidente de México.
El conflicto geopolítico constante que vive México con la presidencia de Estados Unidos, la crisis de migrantes más grande de los últimos años, la depreciación del peso mexicano ante el dólar, los homicidios que siguen rompiendo récords sexenales, la caída de la bolsa mexicana de valores, el encarecimiento de la deuda gubernamental, la crisis de confianza institucional derivada de los casos de corrupción, la crisis que vive Pemex y sus bonos, la caída de los precios del petróleo, y el vislumbramiento de una posible desaceleración de la economía estadounidense a mitad del sexenio que inicia, son solo algunos de los retos más importantes del próximo régimen presidencial.
La presidencia de Peña Nieto inició a pasos acelerados, con un paquete de reformas y un pacto que eliminó la parálisis legislativa vivida en el sexenio de Calderón, las reformas educativa, energética, laboral, electoral, financiera, fiscal, y de telecomunicaciones llegaron a dotar de legitimidad y fuerza al régimen que ahora termina. La luna de miel lamentablemente duró poco, tan solo dos años después de iniciar su Presidencia, el escándalo de la Casa Blanca derrumbó la legitimidad y el pacto legislativo logrado, la corrupción derrumbó la incipiente confianza institucional lograda hasta ese momento.
Ayotzinapa, su pésimo manejo y la impunidad del crimen, acabó de tajo con la fuerza presidencial del primer priísta que fue oposición y gobierno. El #YaMeCansé de Murillo Karam resultó profeta, la Presidencia de Peña Nieto acabó en el 2014, lo que pasó después fue solamente administrar el gobierno, ya sin transformaciones ni cambios sustanciales, ni siquiera en el gabinete.
López Obrador inicia legalmente su Presidencia el próximo Sábado, pero en la práctica ya inició, con una consulta que acabó minando la confianza de inversionistas en el país, su intento de mensaje de separación del poder político del económico dejó una brecha de al menos 10 mil millones de dólares (10,000,000,0000), ese es el costo de un mensaje político sin precedentes en el México democrático, costo que al final pagarán los contribuyentes, como siempre.
La promesa de López Obrador es de un gobierno honesto y austero, por lo pronto ya incumplió una de sus promesas de campaña, regresar al ejército a los cuarteles, veremos si la austeridad la puede llevar a cabo como se ha prometido, su primer presupuesto, el que se presentará en los próximos días, nos marcará el rumbo de la austeridad.
La promesa de López Obrador es de un gobierno honesto y austero, por lo pronto ya incumplió una de sus promesas de campaña, regresar al ejército a los cuarteles, veremos si la austeridad la puede llevar a cabo como se ha prometido, su primer presupuesto, el que se presentará en los próximos días, nos marcará el rumbo de la austeridad.
Y es que, a partir del 1 de Diciembre, todo lo que suceda en el poder ejecutivo dejará de ser culpa de Calderón y Peña Nieto, “los muertos y desaparecidos de Peña y Calderón” serán ahora “los muertos de López Obrador”, cada caso de corrupción, cada escándalo, y cada error del ejecutivo ya no serán del “PRIAN” sino de Morena, la narrativa de ser oposición a gobierno, cambiará radicalmente, y eso lo debe tener en cuenta Andrés y todo su gabinete.
Más de 30 millones de mexicanos votaron con un hartazgo causado por la descarada corrupción e impunidad del régimen que termina, los mexicanos demostraron que son capaces de castigar por la vía del voto democrático, lo hicieron con el PAN, lo hicieron con el PRI.
Este inició histórico puede terminar con un final histórico, ya sea como la mejor Presidencia en la historia moderna de México, o como el peor error cometido, dando pie al nacimiento de posiciones político-ideológicas más extremistas. El tiempo lo dirá, la humildad y capacidad de corregir en el camino, serán claves en el régimen que inicia.
Por el bien de México, esperemos que el final de esta historia, sea mejor que la de Atlacomulco.