Manuel Ochoa
México y su brecha de género
Nuestro país ha iniciado el camino electoral democrático que terminará el 1 de Diciembre del 2018, fecha en que tendremos un nuevo Presidente Constitucional en nuestro país, a la par de una nueva configuración política en el Poder Legislativo, lo cual definirá el rumbo de nación para los próximos años.
Asegurar la equidad y paridad de género será un factor fundamental para promover la competitividad, el crecimiento económico, y el bienestar de la población mexicana en un mundo global y altamente competitivo. Los candidatos y candidatas deben abordar este tema fundamental e introducirlo en sus plataformas políticas mediante un diagnóstico adecuado y soluciones de política pública y de gobierno acorde a la magnitud del problema, es una responsabilidad social, ética, política, y económica.

El Foro Mundial Económico (World Economic Forum) realiza año con año la medición de la brecha de género en 144 países a través de su reporte “The Global Gender Gap Report”. Dicho reporte mide la brecha de género existente en cada país a través de cuatro dimensiones: 1) Participación económica y oportunidades, 2) Logros educativos, 3) Salud, y 4) Empoderamiento político.
En su último reporte del 2017, México se encuentra a nivel mundial en la terrible posición número 81 de 144 países evaluados en cuanto a la magnitud de brecha de género, entendida como la desigualdad existente en factores clave de desarrollo y vida entre hombres y mujeres. Nuestro país tiene una brecha de género mayor a la media mundial.
En la dimensión participación económica y oportunidades, México se encuentra en la posición mundial 124 de 144, es decir, nuestro país se encuentra dentro de los peores 20 países del mundo en ofrecer oportunidades laborales y económicas a nuestras mujeres, y con uno de los peores niveles de igualdad salarial entre el mismo trabajo que realiza un hombre y una mujer, un dato estremecedor del reporte indica que un hombre en México gana 61% más que una mujer por desempeñar exactamente el mismo trabajo en la misma posición laboral.
Otro dato impactante que ofrece el reporte es que en México solamente 5% de las empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores tienen en sus Consejos de Administración a mujeres, por lo que 95% de las empresas públicas (llamadas así por cotizar en la BMV) no cuentan con una sola mujer en sus Consejos de Administración, instancia donde se toman las decisiones más importantes y estratégicas de las empresas más importantes de nuestro país.
En la dimensión logros académicos, México se encuentra en la posición 53 de 144, una posición mucho más aceptable que el rubro anterior, esto se debe principalmente a la universalidad de nuestra educación básica, sin embargo a medida que se analiza el nivel educativo en etapas superiores, la diferencia entre accesibilidad y terminación de estudios superiores crece de manera negativa hacia las mujeres, con mayor población masculina graduada y en curso de estudios superiores.
En la dimensión salud y calidad de vida, México se encuentra en la posición 58 de 144. Acorde a los principales indicadores de esta dimensión la mujer mexicana tiene equitativos accesos de salud que el hombre, incluyendo políticas de salud favorables durante el embarazo; incluso la tasa de expectativa de vida es mayor en las mujeres que en los hombres mexicanos (69 años contra 65 años). El problema en este rubro reside en la violencia de género que se denota durante la vida de una mujer, lo que deteriora su calidad de vida, al igual que el bajo acceso a una nutrición completa que suele ser más complicado para las mujeres en situación de pobreza extrema.
Acorde al reporte del WEF, México solamente tiene una posición favorable en la dimensión de empoderamiento político, encontrándose en la posición 34 de los 144 países evaluados, esto se debe a las reformas político-electorales que han podido garantizar el acceso de las mujeres al sistema político mexicano, principalmente en el ámbito legislativo, y en los cabildos de los Ayuntamientos a nivel municipal, sin embargo en el poder ejecutivo federal y estatal aún queda mucho por hacer para aumentar la paridad de género.
Si evaluamos al país de manera regional encontraremos que México se encuentra en la posición número 20 de 24 países evaluados en su brecha de género en Latinoamérica y el Caribe, siendo superado incluso por países con economías y democracias más débiles como Cuba, Venezuela, El Salvador, Honduras, y Jamaica. En la región latinoamericana estamos en los 5 peores países con paridad de género.

A partir de este diagnóstico, debemos entender la importancia de incluir en la próxima agenda política este tema tan relevante para la población mexicana, hay que recordar que en nuestro país viven más de 60 millones de mujeres las que tienen el derecho de contar con los mismos derechos y oportunidades que los hombres, esto elevaría la competitividad de México de manera significativa.
Un camino inicial hacia una mejor situación sería observar puntualmente lo que han hecho los mejores 10 países en el mundo para cerrar su brecha de género: Islandia, Noruega, Finlandia, Ruanda, Suecia, Nicaragua, Eslovenia, Irlanda, Nueva Zelanda, Filipinas, haciendo especial énfasis en Nicaragua, país latinoamericano que es un ejemplo internacional en términos de paridad de género.
Construir un México más inclusivo debe ser una responsabilidad generacional, debemos asegurarnos de que todos los ciudadanos por el solo hecho de ser mexicanos, hombres y mujeres, tengan las mismas oportunidades. Ya que cuando las niñas y mujeres no están integradas de manera correcta en nuestro sistema económico y político, el país pierde talento, habilidades, e ideas que son fundamentales para abordar los actuales desafíos globales y aprovechar las oportunidades de un futuro mejor.
Fuente: The Global Gender Gap Report 2017, World Economic Forum consultable en https://www.weforum.org/reports/the-global-gender-gap-report-2017
Artículo publicado el 8 de Enero del 2017 en el Mexican Times